sábado, 13 de junio de 2009

Bueno, bonito y barato

Tinta y tinta inútilmente
tantas veces he gastado
describiendo tus agravios,
el suave tacto de tus labios
y a nuestro amor como un ente.

Loco y cuerdo; diablo y santo;
bendición y penitencia;
juez que dicta sentencia;
inocente y acusado.
Maduro, verde o caducado;
habilidad y torpeza;
responsabilidad o pereza;
ruido, sonido y un canto
(no en los dientes, sí en el pecho);
torcido, recto o derecho;
discordante y acordado.
En definitiva: bueno, bonito y barato.

Descrito está en los papeles
lo que el corazón sentía
del que apenas existía
en esta vida de burdeles,
en la que nadie te compra
y todo el mundo se vende.

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