martes, 31 de agosto de 2010

Dentro de un tiempo...

Dentro de un tiempo...
el abrasivo sol de agosto se habrá marchado
hacia recónditos parajes de otro acento castellano.
Las copas de los árboles (los chopos, los nogales,
los plátanos) quedarán deshabitadas,
abrigadas por un fino manto de triste escarcha.
La ciudad tiritará angustiada
ante el aliento próximo del frío invierno.
Y yo me quedaré, observando en la ventana,
arropada entre mis versos.
Sonreiré en mi fuero interno.
Y triunfaré...
olvidándote en silencio.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Sobrevivo

Inspiro, expiro, bostezo. Me acomodo.
Siento escapar a mi alma
(aún respira, que no es poco).
Observo desde la ventana,
me desperezo, pienso y rememoro.
Lloro, frunzo el ceño. Otra vez medito.
Leo, espero, resurjo. Escribo.
Vomito mi locura en la letrina de tu indiferencia.
Escucho (más bien oigo), desespero,
grito, después reposo. Me reprimo.
Destrozo mi tristeza en una acera,
bebo, camino y ostento.
Sonrío a la nubes, me evado, me libero.
Dudo, tropiezo. Vuelvo a alzar el vuelo.
Ando más sola de lo que aparento...
y sobrevivo.