jueves, 26 de noviembre de 2009

Esperanzas inmaduras

De tu corazón al mío
se abrió una esperanza muda.
Y se estampó contra mis huesos
como lluvia contra el suelo.
Quiso vivir en el cielo,
sostenerse sin mi ayuda.
La esperanza que hoy se viste
ayer navegó desnuda,
Quiso volar,
planear sin tener plumas.
La caída dolorosa,
aquel llanto en el desvelo,
las palabras que se posan
en un libro sin señuelo,
le enseñaron, que, entre las rosas
sólo una espina cala dentro.
Y se estampó contra mis huesos
como lluvia contra el suelo.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Tú...

Mi estrella de mar, mi esperanza,
mi paz, mi cuarta estación.
Mi plaza.
Mi hogar, mi voz,
mi noche de amor, mi infelicidad.
Mi rima.
Mi piedad, mi delicadeza,
mi inseguridad.
Mi insolencia.
Mi estampa, mi bloc.
Mi sorpresa.
Mi miel y mi sal,
mi verso, mi edad.
Mi poeta.
Mi nube y mi sol,
mi patio interior.
Mi certeza.
Mi piel, mi canción,
mi fiel corazón.
Mi agonía.
Mi rayo de luz, mi risa,
mi blues.
Mis caricias...
y más que me guardo,
porque todo en mi mundo,
lo que callo y asumo,
porque todo eres tú.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Elegía

Hoy pretendo adueñarme de la historia de una muchacha a la que no conocí, pero a la que todos recuerdan con tristeza en ocasiones y con una sonrisa en otras. Puede que del dolor de aquellos naciera el mío y de él esta creación. En cualquier caso, esto va dedicado a ti, desde aquel sufrimiento que me relataron...

Allá, a lo lejos, donde era y mar se unan
brillará entre los olivos una luz en la penumbra.

Una vela que se enciende, un epitafio que llora.
Te has marchado, amiga mía, triste hoy
entre las sombras vago sin consuelo.
Sin levantar la mirada miro al suelo,
lo encharco de lágrimas amargas.
Y se me parte el alma entre los ojos.
Tu imagen me envuelve en cada esquina,
te has marchado temprano, amiga mía.
Hoy ni mi sangre estalla en rojo,
pues se ha teñido del color de tu partida,
negro, como el amanecer que te encontraron
sin la vida. Recuerdos se agrupan, me hipnotizan...
la infancia pasaba entre tus manos,
se resbalaba el filo en tu cuchilla,
se reflejaba en tu rostro y en tu llanto.
Y ya no sé si dirigirme al cielo
y desahogar con él toda mi culpa.
No estuve ahí, no te he salvado
de los demonios que te convencieron
a enamorarte de la muerte y te vencieron.
Hoy, en mi corazón, una espina punzante
se ha clavado por tu muerte.
Y, aunque sigo viva, por el dolor yazco inerte
entre las cuatro paredes de esta habitación.
¡Ay! Si pudiera devolverte a la vida,
recuperarte con cada letra que escriba,
podría mirarte a los ojos....
y recitarte esta elegía.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Donde unos labios reciten

Donde respire el olvido.
Donde se junten las sombras
y se pierdan los caminos.
Donde agiten sus alas los nidos
de melancólicas palabras.
Donde la soledad acompañe al peregrino.
Donde enmudezca el sonido
de tu voz, donde se ahoguen los ríos.
Donde el tiempo nos sea eterno
y resucite a los vivos.
Donde se fundan el alma
y el cuerpo de dos personas.
Donde unos labios reciten...
allí vuelan mis neuronas.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Turquesa

Búsqueda infructuosa de la felicidad,
fino hilo de luz tenue.
Como un ladrón de poca monta,
sisando con miedo,
quise hacerme la valiente.
Instantes de felicidad,
fulgores de esperanza
basados únicamente
en un elemento turquesa:
tu mirada.
Tus ojos me elevan
hasta el fin de las palabras.
Busco mi ventura en ellos,
robar el gris de su pupila.
Absorber su alma y esencia.
Poder reflejarme dentro
cuando me pienses dormida.
Cegarme con sus destellos,
pues, mi alegría está en tus ojos.
Y tus ojos son mi vida.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Recuerdos nocturnos

Un cigarro reposará en tu cenicero.
Apoyarás la cabeza en la ventana
y tus ojos azules mirarán al cielo.
Una lágrima empañará tu mirada
y, sin rozar tu mejilla, caerá al suelo.
Un corazón agitado en la alambrada
querrá buscar en las rejas su consuelo,
pues, existen cancelas en el alma
que, en la noche, en el desvelo,
encierran sus propias palabras
y dejan volar los recuerdos.

A mí también me traspasan,
pero yo, como tú, no me avergüenzo

sábado, 7 de noviembre de 2009

Este blog (dice una persona) es femenino e inteligente (lo primero es cierto, lo segundo discutible).


Hola a tod@s, ésta es mi primera entrada en prosa en el blog, así que espero que con ella los lectores os percatéis de que también sé encadenar palabras sin obsesionarme por rima, métrica, tema y estructura.


Gracias a Rebeca por otorgarme el premio (a pesar de que no tenga valor económico) y por entregarme la posibilidad de poder premiar a otros blogs femeninos e inteligentes (creo que todas las galardonadas cumplen ambas condiciones no?).


Para no hacer esto más pesado y empalagoso de lo que puede llegar a ser iré al grano. Recoger este premio conlleva perder tiempo (no quiero engañar a nadie), por lo que voy a poner los pasos a seguir para ello.


* Exhibir la imagen del premio enlazándola con el blog que te lo ha concedido.


* Elegir 7 mujeres para otorgarles el premio:
Claudia
http://elcerebelodeclaudia.blogspot.com/
* Escribir un comentario en su blog para avisarlas.


* Escribir 7 cosas extrañas o raras sobre tí misma:
Soy una hipocondriaca que teme los hospitales
Hago siempre justo lo contrario de lo que pienso y me impongo a mí misma.
Fuera de casa soy la persona más ordenada del mundo, pero en mi habitación no.
La gente cree que soy una insensible y, sin embargo, escribo poesía (o lo intento)
No pretendo casarme ni tener hijos (la gente lo considera raro,yo no personalmente).
Soy sonámbula y tengo insomnio.
Soy una pesimista empedernida que sonríe a sus sueños.


Espero que hayáis disfrutado de esta entrada en prosa, porque probablemente sea la primera y la última en SIN TEMA NI ESTRUCTURA.

Enhorabuena (si es que no lo consideráis un eufemismo) a las premiadas.


jueves, 5 de noviembre de 2009

Reyes y princesas

Enciérrame entre tus rejas...
mi pasión, tu almena.
No me detengas.
Embriágame con tus sueños,
conviértete en mi locura.
Derribaré por ti las más altas fortalezas.
Tú serás el monarca en mi reino...
yo no seré tu princesa.
Me faltan dotes de mando,
sirvientas, cabellos dorados,
pretendientes...
y sobre todo nobleza.
No porto sangre azul, soy desleal,
esquiva, soñadora, veleta,
dura en el trato.
Hay quien dice que tengo alma de poeta
trasnochado. Que mis versos no son más
que las cadenas que me atan al fracaso.
Y no miente quien afirma que en mi alcoba
lo más pretencioso que ostento
son mis libros y una escoba.
Bruja, porque arruino el cuento.
Si me vestí de princesa
fue por robarte algún beso.
Llévame a tu prisión o quémame en tu hoguera.
Hazme cumplir tu ley.
Mi delito fue ignorarte
y enamorarme del rey.

martes, 3 de noviembre de 2009

La Duda

Porque no bastará con cien mil versos
para desenterrar lo que he perdido...
Bondad e inocencia perecieron,
dormirán a la sombra del olivo.
Si me acechan diré que cayeron
en un precipicio de orgullo y fe ciega.
Deslealtad, lo que he aprehendido
del fugaz hilo de una atroz idea,
que me ha deslumbrado hasta tal punto
que ha hecho de una servidora y de su
corazón el siemple miembr de un difunto.
Ha destrozado mi cuerpo, vivientes
jirones de mi alma ha arrancado.
En silencio y en penumbra ha esperado.
Ha incrustado ferozmente en mi costado
la arista afilada de un cristal hiriente.
Serviré de pasto a los ganados, mi mente
volará en un rincón de Extremadura.
Pero antes de morir, tenlo presente,
en mi tumba no cabrá ninguna DUDA.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Recuerdos de Infancia

Taciturno dirige la vista a la ventana.
Árboles al otro lado se dibujan.
"Verde la copa pintaba de niño,
solía soñar con dragones y brujas.
Me nombraba a mí mismo caballero
al memorizar afluentes del Río Miño.
Me esperaban la princesa y la armadura
cuando en ese momento justo despertaba.
Recorría las calles, y a pedradas,
transcurrían riñas y jornadas.
La estatura, motivo de burla
para áquel que los buzones no alcanzaba.
Aburrimiento soberano en las mañanas
en que el maestro, con aire autoritario,
Mandabános leer libros de historia.
Y los niños jugaban, tan contentos,
con sus canicas a la hora del patio
mientras las niñas, inocentes, saltaban a la comba.
Las mirábamos con desprecio,
¡eran tan frágiles, tan lloricas
que ningún Don Juan las aguardaba
a la salida del colegio!.
Luego pasaron los días, los meses, la baladas...
las niñas fueron creciendo, los niños fuimos muchachos.
Intercambiábamos guiños, sonreíamos a las rejas.
Algunos se enamoraron. Entonces llegó ella.
Caprichosa su mirada, me rehuía,
me evitaba. Yo esperaba cualquier día
verla pasar a mi lado.
Tímido como era, me atreví...
¡rocé su mano!.
Aún hoy, la marca de esa arpía
reside en mi palma y mi mejilla.
Tal fue la boftada, que frente al espejo
me hice prometer que jamás las amaría.
Y no cumplí mi palabra: ¡quise a una cada día!.
Amigos y pandillas que no se despidieron...
éramos un poco hombres, bastante necios.
íbamos detrás de cada falda
y, en ocasiones, detrás de un monedero.
Las bicis nos acompañaban en las juergas
junto al río. Descubrimos el placer en solitario.
Ya no había lugar para las brujas,
los reyes no venían en dromedario.
Perdimos la ilusión y los regalos...
poco a poco dejamos el colegio.
Unos de aprendiz, otros de esclavos.
Alguno incluso ejercía de maestro.
Seguimos manteniendo el contacto,
de vez en cuando nos vimos....
Sin embargo, pronto nos dimos cuenta...
¡dejamos de ser críos!"
Vuelve la vista al frente,
anuda una corbata, de negro.
Hoy ha muerto su Infancia:
"Vámonos al cementerio".