martes, 13 de julio de 2010

Rendición

Hiciste llorar al alma
de este corazón pagado a contrarrembolso.
Hiciste llorar al alma...
se desintengran sus ojos.
A jirones, fibras de su escudo se desarman...
pido perdón al combatiente que vivió en mí,
por morir,
de una forma tan absurda, tan inútil,
dejándome la vida en cada lágrima
y no hacerlo al resistir...


Con estos versos pongo un parentésis en la historia de "Sin tema ni estructura". En los últimos tiempos, diferentes sucesos en mi vida (y también mi estado anímico) han hecho que me aleje progresivamente del blog y de la poesía. Espero que la inspiración sólo esté de vacaciones por un tiempo. Hasta entonces permaneceré en silencio por aquí. Perdón por el abandono a todos aquellos que leen con asiduidad. Esto no es un temido "adiós", sino un esperanzado "hasta luego". Prometo volver lo más pronto posible.

miércoles, 7 de julio de 2010

La mitad

Es esta soledad que me pesa
y corre entre los huesos
la que desliza mi cuerpo
hacia el calor de estos versos.
Me abrigan,
como en las noches de invierno.
Saben a gloria perdida,
a tristeza inacabada.
A jarabe y naftalina.
Me recuerdan al olvido
que robé de mis heridas,
a los engalos de hadas,
a la infancia carcomida,
al susurro de tus rezos.
Por que ellos me trajeran
la mitad de mis recuerdos...
daría más de lo que tengo.
Hipotecaría el infierno
en el que escondo mi vida,
hipotecaría mi alma
con todas sus alegrías,
hipotecaría el respeto
que me inspiran los suicidas.
Hipotecaría el talento.
Hipotecaría poesías
si me devolvieran ellas
la mitad de tu sonrisa,
la mitad de tus palabras...
la mitad de tus pupilas.