miércoles, 30 de marzo de 2011

En la escalada...

Viejos tiempos de esperanza

(eso es lo que nos queda).

Y caminar por la vereda

con la menor confianza

de encontrar bajo las piedras

retazos de otras miradas.

El olvido es una cuesta

que se sube sin lianas,

con sacrificio y sin ganas

sobre los páramos yertos

de unos labios ya desiertos

donde hubo oasis y llamas.

sábado, 26 de marzo de 2011

Breves 2

El amor es la más predecible de mis muertes
-porque en el fondo sé
que me mato a querer
si te quiero a morir-.

miércoles, 16 de marzo de 2011

A unos ojos verdes...

A G.H

Breves en mí, eternos en el resto;
esquivos, tal vez, a mis desvelos.
Complacientes al mundo tus pupilas,
rencorosas y malvadas en las mías.

Bajan ellos y sube la marea
con matices turquesas en su fondo.
Mas el verde domina en la cadencia,
arrastrando las rocas de mis ojos.

Dame su tiempo, efímero o perpetuo,
para que encierre en ellos la certeza
de un amor que escape a la cordura

y sea como tú, triste y risueño.
Que tus ojos me miren... y me vean,
y que se olvide de ellos la premura.

martes, 15 de marzo de 2011

Breves 1

Y nada me sonríe más que tú,
que llegas a la barra, susurrando:
"Pónme lo de siempre, Laura"
¿Cómo se sirve el amor en copas de oro?
Ganímedes se esfumó, y Hebe jamás lo supo.

sábado, 12 de marzo de 2011

Sucedió en abril

Sucedió en abril, cuando aún vivían
caprichos de un invierno retrasado.
La lluvia acompañaba a la ventisca;
el mar era depósito del llanto.

Tiñó de gris el cielo la desdicha
que vino a sorprendernos sin resguardo
posible en cualquier lado de la vía.
Y tardes adelante nos marchamos

todos: el frío, el viento, la llovizna,
tus ojos, mi locura, nuestras manos.
El sol volvió, ladrón, sin avisarnos,

el calor se hizo dueño de los días,
mas el recuerdo de abril no derretía:
tú y yo, bajo el temporal, besándonos.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Lo intento

Intento no mirarte, más los ojos
se me escapan. Y su mirada es torpe,
desastrosa; como en caída libre
sin una proyección intencionada
[bajan.

Violencia delatora de mi cuerpo,
manivela, tu intuición, de mis descuidos.
A fuerza de arrancarme las pupilas
voy llenando el corazón de silencios

sin destino. Y es más, la sonrisa
te la escondo (con ella va la boca
y lo que guarda,ese beso de adiós,
te veo mañana). Hoy ya estás lejos

y sonrío, con la esperanza y el sueño
de difuminar tu voz en mi retina,
la cadencia de tu rostro en mis oídos.
Yo ya no puedo amarte, ni lo quiero,

es este cuerpo mío (que está loco).
Pero a solas, todo tú, sin advertir
te vuelves. Y me miras al mirar,
sin una proyección intencionada.

El sueño se derrite y aún se escapan
estos ojos con legañas de otra vida.
Dentro de poco, "amor" se escribirá
como tu nombre...y ya no habrá remedio.

sábado, 5 de marzo de 2011

Déjame a mí...

Déjame a mí los sueños imposibles,
(páramos desangelados del amor,
portadores de la estirpe del dolor)
para que yo los domestique.

Déjame a mí la asfixia y la tristeza,
(almas de un solo diablo, tú más yo).
La curvatura del olvido impresa
en la silueta de un verso de amor.

Déjame a mí el frío y la pena,
(El hielo de la pasión y la esperanza)
Déjame el invierno y su aspereza
intactos. Quítame la primavera.

Déjame a mí la caterva del llanto
y el vaho en los cristales que empañen
las estrellas. ¿No ves que al fin y al cabo
soy "poeta"?


Llévate las sonrisas sin reparo
y deja en mí la poesía del desamparo.