domingo, 11 de octubre de 2009

Lluvia de abril

Me retuerzo en mi propio dolor.
Sabe el cielo que no lo he fingido.
Si tú dices que existe ese Dios
el te dirá....que yo existo contigo.

No niegues mi verdad,
no afirmes mi mentira.
Soy la abeja de un panal,
un panal de miel perdida.

Atrévete a olvidar....es bastante sencillo.
Si tú olvidas sin más respirarás
en un mundo sin brillo.

Y es que yo no metí....no.
Porque yo te he querido.

Es extraño no extrañarte
pues el cielo, amigo mío, me recuerda a cada instante
que su llanto fue aquel manto
en el que pude abrigarme.

Noche de lluvia insolente
conjurando tu recuerdo
pa no dejar de quererte.

Y es que aunque salga el sol,
para mis ojos....llueve y llueve.

2 comentarios:

  1. Que hermosa metáfora nos entregas, me gustó a raudales.. ¨Aunque salga el sol.. para mis ojos, llueve llueve..¨

    Excelente..


    Un abrazo
    Saludos fraternos..

    Que esta semana sea de las mejores..

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