miércoles, 8 de abril de 2009

Noche estrellada

La noche estrellada mueve sus hilos.

Quisiera querer que yo te quiera,

esta noche estrellada de primavera,

para así unir nuestros destinos.


Condenada a vivir en la memoria;

tus labios se entremezclan con los míos,

jugando a besarse, como dos críos,

porque aquí comieza nuestra historia.


Mirada azul, perdida de deseo,

prisionera esta noche e mis ojos.

Con el alma rota, hecha despojos,

quisiera creer lo que no creo:


que algún día el corazón pendenciero

fuera víctima de algún hechizo,

para poder olvidar lo que hizo

y creer para siempre que te quiero.

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