viernes, 5 de noviembre de 2010

Pienso

Pienso cómo vivir para vivir como pienso. Pienso también en saber, pero en ocasiones no sé lo que pienso. Pienso tanto que, a veces, en mi mente se forman nubarrones que descargan chubascos. Pienso que mi corazón no piensa. Creo que pienso demasiado. Pienso en ti y en lo que piensas, mas no logro averiguarlo, pues tu pensamiento es un laberinto y hace tiempo que olvidé el hilo de Ariadna. Pienso que te necesito, y necesito pensarte. Pienso con el alma en blanco y con un boli desgastado, sobre un papel amarillento y olvidado en cualquier rincón de mi dormitorio. Pienso en la casualidad y, casualmente, vuelvo a respirar. Tanto pensamiento me arrebata el aire, es el asma de lo irracional. Ahora pienso en la tristeza...¡qué triste es pensar!. Por hoy lo dejo...la cabeza está a punto de estallar...

¡SILENCIO!

2 comentarios:

  1. Ay Laura, a veces pensar es la muerte que nos espera...
    Yo hace tiempo que pensé que era mejor no pensar tanto =)

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  2. Ya he aprendido a quitar la música.... Tienes a tus lectores algo tristes porque solo aparecen en el blog los ramalazos negativos. Algunos habrá de otro tipo, ¿nos los dices? Y no salgas con que no hay nada: escribes bien, dices lo que quieres, hasta sabes métrica, guardas un montón de recuerdos buenos, la gente que te rodea te lee con gusto y te piden cosas tuyas.... Y todo lo que no quieres decir, porque te resulta confortable retraerte, cómodo el silencio, agradable ser espectadora. Bufff. ¡Cuántas cosas!

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