viernes, 5 de febrero de 2010

Entre el rock y los milagros

Rockero pegado a una guitarra,
ojos negros, cabellos rebeldes...
así te recuerdo.
Con una sonrisa cosida al careto
como tú lo llamabas.
Así, hace apenas un año
eras mi dogma...
y el tuyo el rock and roll.

Acordes y notas a un lado
hoy salvan aquella canción
que ha sido más que una historia...
ha sido mi inspiración.

Nada es eterno, eso he aprendido.
Ni el más armonioso y verde de los caminos
sigue adelante sin pregrinos.

Todo te debo: el cómo y el cuál,
el cuándo y el quién,
el por qué y el dónde;
la razón de la poesía que se esconde
furtiva e inmersa tras un matorral.

Te quise, no lo niego, es mi verdad
y hoy sólo brotan recuerdos gratos
de un tiempo en que pernocté
entre el rock y los milagros.

1 comentario:

  1. eii te has pasado a los ojos negros y al rock!! por cierto, ya tienes la guitarra>?? la tocas??

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