martes, 3 de noviembre de 2009

La Duda

Porque no bastará con cien mil versos
para desenterrar lo que he perdido...
Bondad e inocencia perecieron,
dormirán a la sombra del olivo.
Si me acechan diré que cayeron
en un precipicio de orgullo y fe ciega.
Deslealtad, lo que he aprehendido
del fugaz hilo de una atroz idea,
que me ha deslumbrado hasta tal punto
que ha hecho de una servidora y de su
corazón el siemple miembr de un difunto.
Ha destrozado mi cuerpo, vivientes
jirones de mi alma ha arrancado.
En silencio y en penumbra ha esperado.
Ha incrustado ferozmente en mi costado
la arista afilada de un cristal hiriente.
Serviré de pasto a los ganados, mi mente
volará en un rincón de Extremadura.
Pero antes de morir, tenlo presente,
en mi tumba no cabrá ninguna DUDA.

2 comentarios:

  1. Parte de nuestro pensamiento..

    La duda que nos acompaña siempre


    Un abrazo
    Saludos fraternos.

    ResponderEliminar
  2. De incertidumbre se alimenta el alma... no?
    Que te va a decir una que vive varda en un mar de dudas... ??
    No pretendo todas las respuestas pero... si tengo alguna certeza...
    Me encanta tu verso!

    ResponderEliminar