Ayer contigo es mi pasado,
un Ayer que futuro fue.
Un pasado que se me antoja turbio
pero que no va a olvidarse de ese Ayer.
Un Ayer valioso y grato
que brilla entre los escombros
de otros restos del pasado.
Porque Ayer no fue un simple día,
fue toda una vida de sutiles
miradas y sonrisas que ocultaban
algo qe, aunque destrozado
por mi cobardía, va a volver.
Algo que me hizo creer en el futuro,
en un futuro valiente y coronado
por tus ojos endiablados y oscuros.
Ese futuro se convirtió en Ayer,
pero el Ayer no se resigna
porque quiere ser Mañana.
Mañana, porque aún lo mueve
un motor invisible a la vista
y perceptible al corazón,
un motor que no todos tienen
y que hace encoger el orgullo
y apartarse del rencor.
Mi Ayer, mi Mañana, mi pasado,
mi futuro y mi motor: eres tú.