Mi bastón ya quebrado tambalea
una espalda cosida por hachazos,
que resultaron ser crueles abrazos
por los que este corazón aún bombea.
Porque en tu visión razón e impulso pelean
y entre el suelo y mi bastón se abre un espacio,
abismo que al caer, me hace pedazos,
alejando el caminar de la vereda.
Descubrí a mi paso regiones malditas,
plagadas de ciudades asfaltadas
que ocultaban a flores ya marchita.
Mi bastón prefiere calles empedradas
de las que al fin pueda brotar la margarita
y en busca de un "no" ser deshojada.
Yo tambien prefiero, el camino que busca la flor, al que encuentra la piedra yerma.
ResponderEliminarUn Saludo.
A una poeta como tú no se le puede llevar la contraria.bss
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