Porque no bastará con cien mil versos
para desenterrar lo que he perdido...
Bondad e inocencia perecieron,
dormirán a la sombra del olivo.
Si me acechan diré que cayeron
en un precipicio de orgullo y fe ciega.
Deslealtad, lo que he aprehendido
del fugaz hilo de una atroz idea,
que me ha deslumbrado hasta tal punto
que ha hecho de una servidora y de su
corazón el siemple miembr de un difunto.
Ha destrozado mi cuerpo, vivientes
jirones de mi alma ha arrancado.
En silencio y en penumbra ha esperado.
Ha incrustado ferozmente en mi costado
la arista afilada de un cristal hiriente.
Serviré de pasto a los ganados, mi mente
volará en un rincón de Extremadura.
Pero antes de morir, tenlo presente,
en mi tumba no cabrá ninguna DUDA.
Parte de nuestro pensamiento..
ResponderEliminarLa duda que nos acompaña siempre
Un abrazo
Saludos fraternos.
De incertidumbre se alimenta el alma... no?
ResponderEliminarQue te va a decir una que vive varda en un mar de dudas... ??
No pretendo todas las respuestas pero... si tengo alguna certeza...
Me encanta tu verso!